02 noviembre 2017

Blade Runner 2049

Blade Runner es una de las películas más influyentes del pasado siglo, una mezcla perfecta de cine negro y ciencia ficción, un film que logró trascender a pesar de una fría acogida inicial, al que con el tiempo se le rindió culto, aumentando año a año su leyenda. Supongo que, por tanto, era inevitable que a alguien se le ocurriera que era buena idea realizar una secuela, aunque fuese 35 años después, y si bien un servidor no veía muy clara la maniobra, el hecho de que fuese Denis Villeneuve, flamante director de, entre otras, Prisioneros y La llegada, el que se iba a encargar de ello, le daba confianza.

Año 2049 en una superpoblada ciudad de Los Angeles, K es un replicante que se encarga de retirar a los pocos Nexus 8 que todavía hay en circulación. Durante un trabajo encuentra unos restos que podrían poner en jaque al orden establecido.

Al cine acudí con muchas ganas y expectación, aunque también, como siempre que me enfrento a un film con generosas críticas y altas expectativas generalizadas, con prudencia, no fuera a ser que, aunque solo fuera por comparación, Blade Runner 2049 (ídem, 2018) me supusiera un chasco. Finalmente me encontré con sensaciones encontradas, pero me quedé con un mayor número de impresiones positivas que negativas (tanto que, cinco días después, aprovechando al Fiesta del Cine, la volví a ver).

Si algo mantiene en gran medida, aunque adaptada a los tiempos que corren, es su poderío visual. Aquí, el mundo que mostraba la cinta original se amplia y se nos muestra en su total crudeza, un mundo devastado por la mano del hombre, carente de vida salvo de criaturas artificiales, deshecho por catástrofes naturales no tan naturales y conflictos bélicos. Este aspecto de mostrarnos más mundo fuera de la ciudad (aunque sea un mundo que ha cambiado mucho en los últimos 30 años -los planos aéreos de la metrópolis son especialmente espectaculares-) es sin duda uno de los grandes atractivos de la cinta, que creo cumple sobradamente, al igual que en otros escenarios interiores, como la sede de Wallace, donde el minimalismo impera.
Era obvio que en el terreno visual iba superar en envergadura a la original, la cuestión estaba, más bien, entre otros detalles, en la historia, en si podía sugerir, contar y transmitir tantas cosas, en que si podía causar tal fascinación. Para empezar cuenta con uno de los guionistas originales, Hampton Fancher (desconozco por qué no está ahí David Peoples también), al que se le unió Michael Green (con el que Ridley Scott trabajó recientemente en Alien: Covenant), por lo que sin duda el responsable principal de la historia tiene un gran conocimiento del mundo donde se desarrolla la historia, sin embargo el guion es la parte más débil.

Tampoco me parece un desastre, tiene ideas muy buenas, momentos soberbios y, en conjunto, se sostiene bien, no obstante también hay cosas pilladas por los pelos o, simplemente, que no han sabido desarrollar. Me refiero principalmente a la relación romántica entre K y Joi. Desde el primer momento me chirriaba un poco, quizá demasiado dulzor para una historia que se presupone amarga, o puede que simplemente el enfoque no sea el adecuado, porque la idea en sí, la de un ser artificial amando a otro ser artificial, virtual para más inri, me parecía atractiva a priori, pero su ejecución me resulta blanda. Quizá lo mejor hubiese sido que K fuese un solitario, como demuestra en parte el hecho de que rechace hasta en tres ocasiones mujeres con un cuerpo real, aunque esto también podría demostrar que siente amor verdadero por una I.A.

Por otra parte también hay momentos discutibles, como el hecho de que K use el vehículo policial en todo momento, incluso cuando es un prófugo, como si ni siquiera imaginara que pudieran averiguar su situación a través de él, entre otros detalles y cuestiones más o menos banales, con mayor o menor explicación.

Otro de los misterios que rodeaban al film era los papeles de Harrison Ford (El secreto de Adaline) y Ryan Gosling (Drive), sin duda el segundo se descubrió iba a ser el gran protagonista, cosa que un servidor no esperaba, pero no es una mala elección para el tipo de papel que encarna, el de un tipo estoico con un trabajo con el que no parece disfrutar. El primero, obviamente, regresa con un Rick Deckard completamente consciente de su naturaleza, pero que tuvo que hacer un gran sacrificio para proteger a sus seres queridos. Del reparto original también está Edward James Olmos (Agentes de SHIELD), aunque su aparición es muy breve. El resto del elenco son rostros nuevos, destacando Ana de Armas (Juego de armas), como el amor virtual de K; la siempre estupenda Robin Wright (El congreso), como la superiora de K; Mackenzie Davies (Marte), con un papel que recuerda quizá demasiado al de Darryl Hanna, no ya solo en su vestimenta, sino en su forma de moverse (que también tiene su lógica, al interpretar ambas a replicantes de placer); Dave Bautista (Guardianes de la galaxia) también ahí con una breve pero contundente aparición: Sylvia Hoeks (La mejor oferta), como una replicante más peligrosa de lo que aparenta; Hiam Abbass y Carla Juri, que a buen seguro tendrán mayor importancia en futuras entregas si finalmente deciden hacer una franquicia; y, por supuesto, Jared Leto (Las vidas posibles de Mr. Nobody), con un polémico personaje al que, quizá, se le podía haber dado otra vuelta de tuerca.

Probablemente Blade Runner 2049 no contente a todos, sin embargo es una interesante propuesta de ciencia ficción, sin duda imperfecta, pero también con grandes momentos y muy buenas ideas, una factura técnica impecable y un elenco de primera. Una de esas películas que hay que ver.



LO MEJOR:
-De los actores destacaría especialmente a Harrison Ford y Robin Wright, sin desdeñar la labor de Ryan Gosling y Sylvia Hoeks.
-Una buena realización, un destacable trabajo en todo su apartado visual.
-En IMAX 3D es todavía una mayor gozada visual. La recomiendo.

LO PEOR:
-Aunque no sea una mala banda sonora (aunque por momentos resulta cargante), está lejos de la magnífica composición que hizo Vangelis para Blade Runner.
-El guion está lejos de ser redondo.

¿Quién debería verla?
Quien gustar de la original debe ver esta y decidir por sí mismo si merece la pena; cualquiera que guste del género.

¿Y quién no?
No es imprescindible, pero sí recomendable ver antes Blade Runner, si no es así más de uno sale de la sala quejándose de que no le han explicado cosas.

2 comentarios:

Chechu Rebota dijo...

El miércoles pasado estuve a punto de verla en VOS en unos cines de Valencia, pero como mi pareja no ha visto la original, al final vimos la última de Koeeda.

Le tengo ganas a esta secuela, hay gente que me la ha puesto a parir y otros que la aman casi tanto como la original, a ver cuando la veo y puedo opinar por mi mismo.

Neovallense dijo...

Quizá no sea indispensable, pero sí recomendable ver la original antes de ver esta, aunque no esperéis mucho que no creo que la mantengan muchas semanas más en cartelera.

Y sí, hay mucho que afirman que es una joya y otros lo contrario. A mí simplemente me parece una buena película de ci-fi.

Un saludete y gracias por comentar ^^