09 marzo 2017

14 Muestra Syfy de Cine Fantástico

Entre los días 2 y 5 de marzo (ambos inclusive), en el Cine Palacio de la Prensa, se celebró, por decimocuarta ocasión, probablemente el evento cinematográfico más esperado por los cinéfilos, cinéfagos o simplemente friquis de Madrid y alrededores: la Muestra Syfy de Cine Fantástico. En esta ocasión, tras dos ediciones sin poder acudir al festival, un servidor tuvo la fortuna de ir, de reencontrarse con viejos (y cada vez más creciditos -yo no crezco-) camaradas de mandanga (la Compañía de la Muestra) y de gozar (en mayor o menor medida) con 16 películas, con el ambiente tan particular (que, como he comentado en otras ocasiones, también se sufre) y, por supuesto, con la singular manera que tiene una cada vez más reivindicativa (razones no le faltan) Leticia Dolera a la hora de presentar los filmes.

2 de marzo, jueves
Tanto el film de inauguración como el de clausura suelen ser platos fuertes, el primero, habitualmente, es un preestreno de una película que llegará a las salas al día siguiente. En esta ocasión ha sido una de las mejores que un humilde servidor recuerde, Logan, cinta que inaugura la temporada superheróica y que, además, es el broche final (con Hugh Jackman) a las películas en solitario de uno de los personajes comiqueros más queridos de Marvel, Lobezno, el cual hasta la fecha había sido desdichado en cuanto a adaptaciones cinematográficas.

Hasta la fecha, por suerte, porque el film dirigido por James Mangold (que también realizó Lobezno Inmortal) golpea fuerte al espectador desde la primera secuencia, que resulta toda una declaración de intenciones en lo que respecta al cambio de tono de los filmes precedentes, mostrando a un Lobezno viejuno y una lucha sucia y muy violenta. La Muestra Syfy no pudo empezar mejor.

3 de marzo, viernes
El viernes es el primer día verdaderamente fuerte, con la proyección de cinco películas, una de ellas, la única española de esta edición, en primicia.

La primera sesión fue para Worry Dolls, unas muñecas quitapenas poco originales y notablemente absurdas, con unas interpretaciones de pena (mención especial para el protagonista y la cara que pone al abrazar a su hija) y un final que amenaza secuela... Seoul Station a priori era más interesante, y sí que lo fue esta cinta surcoreana de animación dirigida por Yeon Sang-ho, del que hace poco vi la magnífica Train to Busan, de la que además es precuela; el problema de este film es que le sobran minutos, los personajes dan demasiadas vueltas, por lo demás, es una crítica muy clara a la sociedad surcoreana (y al Sistema), aunque es claramente trasladable a cualquier otro país.

47 Meters Down fue la tercera película de la jornada, tiene a Mandie Moore como protagonista y unos tiburones con muchas ganas de comérsela a ella y a su hermana en la ficción, ambas atrapadas en una jaula antiescualos a, en efecto, 47 metros bajo el mar; entretenida y con más de un sobresalto. Tras ella venía la que se suponía el plato fuerte del día, Stop Over in Hell, western español rodado en ¿inglés? (doblada seguro) con reparto internacional, paisajes de Colmenar Viejo y dirigida por Víctor Matellano; un servidor se esperaba algo peor, la verdad, no me aburrió, pero no cabe duda de que se trata de un film flojo, con detalles como el doblaje mal sincronizado, ruidos extraños y sin venir a cuento, y una historia que me recuerda a Los odiosos ocho solo que se me ha hecho menos larga, lo cual ya es algo. The Funhouse Massacre cerró el día con humor, sangre y vísceras, una cinta que no es una maravilla (tirando a mala) pero que tiene sus puntos, por lo que se hizo llevadera.

A señalar que los retrasos fueron muy importantes durante la jornada, ya desde la primera sesión, por lo que se terminó mucho más tarde de lo esperado, lo que nos quitó horas de sueño a los que íbamos a ir a la matinal del tercer día.

4 de marzo, sábado
La sesión matinal de la tercera jornada, conocida oficialmente con el original nombre de Syfy Kids, era de un supuesto film belga que ha resultado ser suizo con participación francesa e incluso india... Fue nominado al Oscar pero se lo llevó, una lástima, Zootrópolis, aunque sí que consiguió el César y también el premio de la Academia Europea a mejor film animado (entre otros), y son galardones muy merecidos, porque se trata de una película muy bonita y tierna a pesar de que trate sobre temas duros, sus personajes son maravillosos y tiene un final con el que se echa alguna lágrima además de que logra que se esboce más de una sonrisa.
Después de que empezara el día de manera inmejorable, tocaba ir en pos del almuerzo, que tampoco estuvo nada mal. Una comida con la Comunidad de la Muestra, con raciones varias (no faltaron las croquetas, ni las rabas de calamar...) y un postre final para terminar de engordar, teniendo algunos de los presentes la precaución de tomarse un café para prevenir el conocido síndrome de la barriga llena y las películas/documentales de la tarde.

Yo mismo temía sufrir el mencionado síndrome durante la primera sesión de la tarde, la misteriosa The Good Neighbor, por mucho que estuviese ahí James Caan no despertaba mi interés ni especialmente mi curiosidad, quizá por eso se convirtió en toda una agradable sorpresa, con dos adolescentes haciendo un experimento a un anciano y sospechoso vecino; es un film tramposo, rodado en gran parte al estilo de metraje encontrado (found footage para los angloparlantes), pero que a pesar de ello convence con ese final inesperado. De I Am Not a Serial Killer tampoco esperaba gran cosa a pesar de pasar con buen pie por Sitges, y se convirtió en la segunda sorpresa del día esta historia de un joven sociópata que no desea convertirse en asesino pero que se ve fascinado por unos crímenes que se cometen en su localidad; su final no deja indiferente. Le siguió Pet, la gran esperanza de Héitor, que protagoniza el ex-perdido y ex-hobbit Dominic Monaghan, un tipo pardillo amante de los perros y de una antigua compañera de instituto (Ksenia Solo) con un secreto muy especial; se trata de una película rara con unos puntos interesantes y que me dejó mal cuerpo, pero que no termina de convencer.

Al haberme dejado mal cuerpo la cinta de Carles Torrens, temía lo que pudiera provocarme el siguiente filme, 31, dirigida por el realizador de culto Rob Zombie, que terminó siendo menos enfermiza de lo que pensaba, de hecho resulta hasta cierto punto bastante convencional, aunque escabrosa por momentos. El último film no pude verlo completo porque mi compañera no se sentía muy bien, así que tuvimos que irnos a media hora del final de Scare Campaign, cinta donde un programa televisivo de bromas macabras de dudosa ética y gusto, quiere ir un paso más allá y se topa con unos enmascarados que han ido al último nivel; sirve para pasar el rato.

Este tercer día de Muestra Syfy resultó ser positivo gracias a sus tres primeras sesiones y hubo un poquito menos de retrasos, lo malo fue el detalle de tener que irnos antes no porque se nos apeteciera sino por malestar, por lo que el final resultó más agrio que dulce.

5 de marzo, domingo
El domingo comenzaba con una sesión matinal del clásico de fantasía La historia interminable, una de mis películas de infancia favoritas y que he visto muchísimas veces, pero ninguna en pantalla grande, cosa que tampoco hice en esta ocasión en pos de un mayor descanso.

Así que a eso de las cuatro menos diez llegamos con la sorpresa de la inexistencia de fila para entrar, nos tropezamos con los compis Carlos y Héitor, que esperaban pacientemente a sus abonos, reservamos las butacas pertinentes para ver un film finlandés con adolescentes como protagonistas y una leyenda negra de por medio, Lake Bodom, que además tiene algún giro curioso y la revelación de que los fineses son poco de fiar cuando te encuentras en situaciones peliagudas, pero carece casi por completo de lógica. A partir de la siguiente sesión todas las proyecciones eran muy esperadas por distintos motivos, en el caso de your name., anime de Makoto Shinkai, por haber arrasado en Asia y convertido de dicha forma en la cinta nipona más taquillera a nivel mundial, superando al taquillazo de El viaje de Chihiro; se trata de una historia fantástica con los típicos estudiantes e intercambios de cuerpos incluidos, muy bonita visualmente, con grandes notas de humor y, también, larga..., no disfrutándola por completo el que escribe no sabe bien si por una cuestión de gusto, o por culpa del ambiente mandanguero de la Muestra que no encajaba con el tono de la obra (a casi todo el resto de los presentes les encantó).

La penúltima sesión se trataba de un film francés bastante célebre ya por producir desmayos y mareos en algunos pases, y es que Crudo tiene varios momentos en los que la protagonista demuestra tener un gusto culinario un tanto... especial; la verdad es que en los momentos fuertes no miré porque, como sabréis algunos, soy un poco sensible (en mi sala hubo un chaval también sensible que salió tambaleándose), pero aunque la forma del film, parte de ella al menos, no casara conmigo, sí que me ha engatusado el fondo, puesto no he dejado de pensar sobre la película desde que la medio vi.

Probablemente junto con Logan (y sí, también por encima de your name. a pesar de ser anime, no sé por qué esta cinta ha despertado desde un inicio poco más que curiosidad en mí) Kong: La isla calavera era la película que más deseaba ver de la Muestra, y sin duda el film de Jordan Vogt-Roberts es muy espectacular, con un King Kong más grande que nunca, y además tiene ahí varios mensajes que han sabido tejerlos bien, por un lado un marcado tono ecologista y, por otro, también antibelicista, con un odioso personaje interpretado por Samuel L. Jackson que le viene como anillo al dedo (lo mismo incluso por afinidad ideológica, quién sabe), siendo por tanto un gran broche final para el evento.


Conclusiones
Como ya dije en Twitter, en ocasiones se echa en falta cine genuinamente fantástico, y a un servidor también le ha faltado ciencia ficción (aunque your name. se podría encuadrar dentro del género), pero la 14 Muestra Syfy de Cine Fantástico ha sido en términos generales satisfactoria; ha habido cierta variedad, no ha pasado como otros años y nos han saturado a secuestros, varias películas me han logrado sorprender, tanto el film inaugural como el de clausura no podían ser mejores; Leticia Dolera, como siempre, ha estado brillante, se ha puesto seria cuando precisaba y el resto del tiempo ha presentado las películas pero sin hablar mucho de ellas (con enfado de una asistente incluido) y aunque el ambiente ha llegado a ser cargante por culpa de algunos espectadores que no se callaban ni aun cuando la situación no era graciosa ni daba pie al mandangueo, lo cierto es que se ha disfrutado mucho viendo películas con otros cientos de seres humanos alrededor.

Cuando terminó la Muestra me dio pena, son cuatro días tan intensos, con tanta diversión y reencuentros que uno desea permanecer más tiempo en esa burbuja de irrealidad. Pero todo debe terminar, aunque sea solo por la salud física y mental, 2018 nos traerá la decimoquinta edición, que debería ser especial y a la que debería poder acudir... Eso espero.

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