24 abril 2014

Draculesti: El legado del diablo, de Cristina Roswell

Ángela es una chica española que está terminando sus estudios en Norteamérica, y a la que le apasiona la historia de Vlad Tepes y toda la leyenda que hay a sus alrededor, por lo que decide realizar su tesis sobre el mismo y su vínculo con el conde Drácula. Para ello se va al mismo lugar donde historia y mito acaecieron: Rumanía. Allí conoce a un enigmático y magnético hombre llamado Nicolae, por el que desde un primer momento sentirá atracción, y que será responsable de que el mundo que conoce cambie por completo.

Draculesti: El legado del diablo es otra novela (la primera de una tetralogía) que explora el mito de los vampiros y cuya protagonista es estudiante y se acaba enamorando de uno de ellos. Sin embargo su autora, la murciana Cristina Roswell, no se dedica a inventarse una mitología con chupasangres de purpurina, sino que explora los orígenes del vampiro desde un prisma más o menos realista, sorprendiendo incluso en algunos aspectos, a pesar de que la aparición (explícita) de los no muertos es más bien tardía.

Si hay algo que no se puede negar es que Draculesti: El legado del diablo tiene capacidad de mantener al lector enganchado. Eso es porque la autora ha sabido imprimir un buen ritmo a la historia, con algunos diálogos donde las chispas saltan, y también en parte a que los capítulos son cortos y casi todos terminan con un cliffhanger que te hace querer saber cómo termina la situación. Pero inevitablemente se nota que es la primera obra (publicada al menos) de la autora, ya que hay errores en los que reincide a lo largo de las trescientas y pico páginas de la novela. Uno de los más molestos, si no el que más, son las redundancias. Hay innumerables y algunas incluso se repiten idénticamente en múltiples ocasiones (como, por ejemplo, narrar que Ángela asiente para a continuación esta diga "sí" en una línea de diálogo), también hay alguna falta ortográfica recurrente y otros aspectos que no son necesariamente fallas, pero que según mi opinión son discutibles (como exceso de adverbios terminados en “mente”; o el hecho de traducir, con nota al pie de página, algunos de los diálogos en rumano y otros no, creo que lo mejor habría sido no poner el significado de ninguno).

La autora
La edición de este primer volumen de la Saga Draculesti corre a cargo de una editorial muy joven como es Ediciones Kiwi, que ha realizado una buena labor. El libro está encuadernado en tapa blanda con las típicas solapas (donde aprovechan para presentar a la autora y crear expectación para la siguiente entrega), papel de calidad óptima y tipo y tamaño de letra adecuado. El único pero que le pongo al respecto es el hecho de que la primera línea de cada capítulo tenga sangría como el resto, además de que si hubiera habido una revisión concienzuda del texto probablemente los puntos flacos apuntados en el párrafo anterior no existirían. La presentación exterior del libro es atrayente y se agradecen las ilustraciones del interior, que fue un detalle que me cogió por sorpresa. El precio, 13,50€, es ajustado.

Probablemente si no hubiera sido porque un día, no recuerdo cómo, descubrí el blog de Cristina Roswell, donde relataba su odisea para que publicaran su primera novela, no habría tenido conocimiento de la misma y por tanto no habría ni siquiera meditado el hecho de hacerme con ella. Fueron esos extractos, que tan amablemente me pasó la autora en su momento, los que hicieron que tuviera curiosidad sobre el resto a pesar de no ser un gran aficionado a la literatura vampírica (todavía ni me he leído el Drácula de Stoker, aunque ganas le tengo) y, sinceramente, Draculesti: El legado del diablo me ha resultado una lectura, si bien no de esas que te marcan, sí entretenida. Es un libro ligero, sin excesivas florituras, con una protagonista un tanto repipi, pero con el contrapunto de un personaje masculino mucho más ambiguo e interesante. Ideal para fans (femeninas sobre todo) de los vampiros.


LO MEJOR:
-Nicolae, sin duda el personaje mejor construido.
-Que logra engancharte.

LO PEOR:
-Dan ganas en ocasiones de que Ángela expire.
-Esas redundancias.

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