05 marzo 2015

El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos

El Hobbit: La desolación de Smaug nos dejaba con un emocionante final donde el dragón Smaug se dirigía con incendiarias intenciones hacia la Ciudad del Lago; justo en ese instante comienza El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos (The Hobbit: The Battle of Five Armies, 2014), donde Bardo tendrá que salvar a los habitantes del fiero ser de piel coriácea. Sin embargo, una vez liberada la Montaña Solitaria, Thorin no hará honor a su palabra, enfrentándose a un ejército de humanos y de elfos, que también reclaman su parte del tesoro, inconscientes todos de que varias huestes de orcos y otras criaturas malignas se dirigen no para reclamar, sino para conquistar y arrasar.

Larga ha sido al espera para ver finalizada la adaptación del libro de Tolkien que parecía maldita, personalmente La batalla de los cinco ejércitos (cuyo título inicial era Partida y regreso, y que han cambiado para bien, dado el protagonismo de la batalla que da nombre al film) era uno de los estrenos de 2014 que esperaba con más interés y, a la par, con más prudencia y recelos. Y, sinceramente, bien que he hecho, puesto si mis expectativas hubieran sido muy elevadas probablemente me habría llevado un pequeño chasco.

Y no es que sea una película aburrida, una de sus mayores virtudes, precisamente, es conseguir que sus cerca de dos horas y media se hagan entretenidas en todo momento, desde los instantes calmos (que son escasos, todo sea dicho) hasta sus abundantes batallas y luchas. Una batalla, la que da título a la película, en la que vemos por primera vez ejércitos de enanos, elfos y humanos (más algunas otras criaturas que se suman al final de la misma) luchar juntos contra un enemigo que los supera en número, ofreciéndonos de ese modo momentos épicos y sumamente entretenidos, pero que en su mayor parte apenas desprenden emoción... Y es que, al menos un servidor, no ha logrado emocionarse prácticamente, y eso a pesar de las escenas dramáticas que se viven, de las muertes de algunos de los personajes, por las que no he derramado ni una mísera lágrima.
Quizá uno de los factores que han favorecido esa poca implicación emocional es el amor desmedido que Peter Jackson ha demostrado por lo digital en esta trilogía. Si en El Señor de los Anillos hizo un buen uso del CGI combinándolo con maquetas y escenarios naturales, así como maquillaje, en la trilogía de El Hobbit, ya desde Un viaje inesperado, los gráficos generados por ordenador (sean escenarios o personajes) son una gran parte, desnaturalizando el conjunto, haciéndolos menos creíble y, por tanto, sumergiendo menos al espectador en el mundo donde se desarrolla la acción. Otro factor, no menos importante, es un guion que ha sido estirado más de la cuenta y con situaciones y personajes que recuerdan a la de la trilogía del anillo; probablemente lo más inteligente (que no rentable) era que, como estaba previsto desde un inicio, hubieran sido dos películas.

A pesar de todo no puede uno dejar de alabar, por ejemplo, el buen uso del 3D. Al igual que hice con las dos películas anteriores la vi en 3D HFR (y no era mi intención inicial), siendo esta quizá la que ha obtenido resultados más notables, aportando esa gran profundidad de campo y ese punto extra en espectacularidad (en la secuencia que inicia el film, por ejemplo), aunque también es cierto que su gran definición puede jugar en contra en ocasiones (a mayor definición, más fácil es que se note que un atrezo es eso, un atrezo).

En cuanto al elenco, pocos rostros nuevos hay en esta tercera parte, el de Billy Connolly (El cuarteto) como Dáin es quizá la más importante, así como la reaparición del gran Christopher Lee como Saruman después de un film de “descanso”. Por lo demás siguen las mismas caras: Martin Freeman, Luke Evans, Ian McKellen, Richard Armitage, Cate Blanchett y un largo etcétera.

El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos es un film de aventuras y fantasía entretenido, épico por momentos, pero que no logra sorprender ni emocionar, transmitir algo que haga verdadera mella en el espectador; o sea, que es una película que se olvida una vez se sale de la sala. Y eso es lo peor que le puede pasar a cualquier obra.


LO MEJOR:
-La escena inicial con Smaug destruyendo la Ciudad del Lago.
-Smaug.
-La batalla de los cinco ejércitos: multitudinaria y épica.
-Ver a Christopher Lee de nuevo encarnando a Saruman y, además, en acción.
-Muy buen 3D.

LO PEOR:
-Que Beorn aparezca muy brevemente.
-Que apenas logra emocionar a pesar de la épica.

¿Quién debería verla?
Quien haya visto las dos anteriores, aunque sea por cerrar el círculo; así como cualquiera que guste de la fantasía.

¿Y quién no?
Quien espere otro El retorno del rey.

2 comentarios:

eter dijo...

A mi me parece curiosa, porque es una película que se autosabotea.

Esta bien, apunta a estar muy bien... pero cada 5 minutos te mete una escena horrible -normalmente protagonizada por Alfrid o Tauriel- que destroza todo el ritmo y que no conduce a nada (las de la elfa tienen una intencion, horrible, y eso es casi peor... pero tiene intención, pero es que las del ayudante del gobernador ni siquiera tienen una conclusión de ningún tipo)

Neovallense dijo...

Tauriel la metieron simplemente para crear ahí un triángulo amoroso, personalmente me gusta algunos de los momentos de los que protagoniza con Kili (como la conversación cuando está prisionero), pero es cierto que no era una relación con futuro xD

Lo mismo pienso de Alfrid, ¿qué pinta ahí? Tiene mucho protagonismo en esta película y realmente lo que va haciendo es, básicamente, dar vueltas de un lado para otro, esperando traicionar o lamer los zapatos según convenga. Tengo la teoría que Peter Jackson lo ha metido así, y dejó su final como lo dejó, para hacer un spin-off donde Alfrid se enamora de una orca y tienen como hijo a Lengua de serpiente... xD

Saludos, y muchas gracias por opinar ^^