07 abril 2014

Salón Manga Jerez 2014

Una combinación de cierto hartazgo, unas fechas que no me venían especialmente bien y un anuncio tardío de las mismas han hecho que llevara un par de años sin acudir al Salón Manga de Jerez después de pasarme por las doce primeras ediciones, un evento que ha ido creciendo y madurando a medida que el que escribe estas líneas también lo hacía (al menos crecer, madurar es otro cantar).

Y lo cierto es que tenía ganas de pasarme en esta ocasión y, como las circunstancias lo han permitido, eso hice el pasado sábado 5 de abril.

Probablemente el primer motivo que me llevó a querer pasarme por el evento es que esta era una edición un poco especial al ser la decimoquinta, lo que convierte al salón jerezano en todo un veterano y, desde luego, en uno de los más conocidos y admirados no solo de Andalucía, sino del panorama nacional.


Me levanté temprano para hacerme el bocata y desayunar con cierta tranquilidad, y fui raudo a tomar el bus que me llevaría a Jerez de la Frontera. Una vez llegué a las afueras del recinto del Ifeca contemplé con una sonrisa la gran cola que había tanto como para comprar entrada como para entrar al pabellón (la segunda con cierta sorpresa, he de añadir). Yo había sido listo y había encargado el día anterior a mi querido hermano, ya que le venía de paso, que comprara una entrada por mí, así que tras grabar la gran fila (pronto estará disponible un vídeo donde podréis verla) me puse a la espera para entrar.

Hasta donde llega mi memoria (y podría afirmar que en esta ocasión no me falla), en todas las ediciones del salón a las que he ido (que no son pocas como habéis podido leer) las puertas se habrían a las diez, sin embargo en esta ocasión lo han hecho una hora más tarde. Personalmente la considero una hora tardía, sobre todo porque había muchísima gente apelotonada esperando entrar, si a ello se le suma que las primeras proyecciones y actividades comenzaban precisamente a las once de la mañana nos encontramos con un pequeño despropósito. Pienso que por pura lógica las actividades no pueden dar inicio a la misma hora de apertura, ¿acaso pretenden que la gente vaya corriendo para no perderse el comienzo? Lo normal habría sido o abrir al menos media hora antes, o planificar los horarios en consonancia a la hora de entrada, o sea, si se entra a las once que las proyecciones y demás actividades empezaran media hora más tarde, no metiendo prisa de ese modo a los asistentes y evitando lo que, obviamente, sucedió, como que la primera proyección (Dragon Ball Z: Los mejores rivales) se retrasara y la segunda se tuviera que cortar a poco más de la mitad para dar comienzo a la ponencia de Brainside.

Quitando esos errorcillos organizativos iniciales, y teniendo en cuenta que un servidor no participó en ningún torneo ni actividad organizada, no le vi ninguna pega al evento a pesar de esa subida en el precio de la entrada (a cinco euritos, cuando lo máximo que he pagado en este salón han sido tres -y lo mínimo cero-), de hecho me lo pasé francamente bien.

Como viene siendo habitual desde hace unas cuantas ediciones, el Salón Manga Jerez ocupa todo el recinto del Ifeca, habiendo de este modo mucho espacio y muchas actividades. Nada más entrar se encontraba uno con un espacio cerrado para los más pequeños, una ludoteca con actividades, proyecciones y juegos para los infantes que no visité por eso de que hace tiempo que dejé de serlo; si proseguíamos caminando, a nuestra derecha podíamos ver una enorme zona dedicada a los juegos de tablero, de cartas y miniaturas, mientras que a la izquierda estaban los tatamis para la exhibiciones de artes marciales y el clásico soft combat; a continuación teníamos un puesto de helados y granizados, así como de papeo en general e incluso un Telepizza, para luego toparnos con la zona de tiendas, bien dispuestas casi todas para evitar excesivas aglomeraciones y si digo casi todas es porque había dos stand que dada su disposición y tamaño sí que provocaban atascos (dio la casualidad que eran dos de los más solicitados por el personal). Una vez rebasado el espacio dedicado al consumo desmesurado de frikadas, y al fondo, como es costumbre, vemos el segundo escenario, que estaba dedicado fundamentalmente al bailoteo (Para-Para, K-Pop, etc...); y luego, si giramos a la derecha (de otra manera tropezaríamos contra la pared) nos encontrábamos con un inmenso espacio dedicado a videojuegos de toda clase, por un lado consolas retro (Dreamcast, Mega Drive, PSX, Super Nes, Saturn...) donde pasé unos ratos magníficos; por otro lado videoconsolas actuales (PS4, X-Box One, WiiU, etcétera) y por último un buen puñado de recreativas a disposición de todos los visitantes (Time Crisis, Eighteen Wheeler, Jurasic Park, etc...). Prosiguiendo camino nuestros oídos podían sufrir de lo lindo al acercarnos al primer escenario, donde se celebró el karaoke y algún conciertillo además de algo de cosplay; a continuación no quedaba otra que volver a torcer a la derecha, donde se encontraba una zona bastante grande con talleres diversos (manga, amigurumi, omamori, etc...) y, justo en frente, tres espacios con más talleres, una pasarela para desfilar y una zona para los cosplayers.

Hay que decir que la asistencia fue masiva, tanto el pabellón como las zonas exteriores (se apreciaba especialmente a las horas centrales, cuando al personal se le abrió el apetito) estaban abarrotadas de otakus y friquis de todas las edades (con predominancia de la etapa de la pubertad), con muchísima gente disfrazada (perdón, cosplayeada) y además muy currados en general (algunas mozas triunfaron, desde luego); y el ambiente que se respiraba, como es habitual, era tan bueno como siempre.

Mi objetivo principal al acudir al salón no era comprar, pero aún así cayó algo más de lo que esperaba, todo a muy buen precio además. Me hice con las ediciones combo Blu-Ray más DVD de dos magníficas y diferentes cintas como son Colorful y The Sky Crawlers por tan solo diez euros cada una en el stand de Selecta Visión, y con tres obras clásicas del gran Ozamu Tezuka por el irrisorio precio de quince euritos; además de algún otro detalle, como marcapáginas de Totoro.


En definitiva, que el XV Salón Manga Jerez ha sido un evento magnifico, con mucha asistencia y participación, muchas actividades y talleres (aunque este año ha faltado el sumo), verdaderamente me he quedado con las ganas de acudir el domingo (que se proyectaban las tres primeras películas de Rebuild of Evangelion). Si el próximo año me pilla bien, desde luego que no me lo pierdo.

Para quien no haya podido pasarse por el evento, aquí os dejo un vídeo para que lo visitéis virtualmente:

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